Activismo.com

Analisis de actualidad frente a la pandemia desde Buenos Aires, haciendo eje en los activismos.

Es una pintada sobre un porton metalico gris que dice

 En medio de una amenaza mortal que se propaga por el mundo entero, atentando contra la vida de las personas, vemos a los gobiernos plantear sus distintas políticas para salvarnos del trágico final. En su gran mayoría han optado por el AISLAMIENTO SOCIAL OBLIGATORIO, incitando a la población a quedarse en casa y esperar instrucciones, mientras despliegan operativos de control en las calles y castigos y multas y hostigamiento policial para quienes violen el aislamiento.

 Este es el panorama en Buenos Aires, ciudad acostumbrada a las cotidianas movilizaciones, cortes de avenida, protestas y distintas demostraciones multitudinarias. Hoy vive como muchas otras regiones una situación de excepcionalidad que prohibe todo evento que reuna personas sin una justificación otorgada por lo decretado desde el estado. El miedo a un enemigo invisible de alto poder de contagio y las represalias que pesan sobre quien ose salir a otra cosa que no sea comprar artículos escenciales o trabajar, trasladaron los espacios de resistencia a los balcones y computadoras. Cada quien desde su encierro, aplaude o golpea cacerolas, comparte o comenta esperando que la peste pase y todo vuelva a la normalidad. Fácilmente, el trabajo, la educación y el entretenimiento por vías virtuales son asimilados por la sociedad y no sería extraño que pronto las marchas corran el mismo destino, sin ir muy lejos el 24 de marzo (día por la memoria, verdad y justicia ante el genocidio cometido por el último gobierno militar en argentina) vimos como la movilización más concurrida y popular devino en "twitazos por la memoria" y "pañuelazos en puertas y balcones" como si la imposibilidad de realizar una marcha, agotara el imaginario colectivo de otro tipo de manifestaciones y acciones posibles. Dado que las habituales han sido postergadas con la promesa de una reprogramación de la agenda de reclamos.

Si este gobierno que vino a sacar a la derecha, a legalizar el aborto, a devolverle el asado a los argentinos, admite estar ciberpatrullando las redes para medir el humor politico y persigue ejemplificadoramente a quien twitea sobre saqueos, (como es el caso de Kevin Guerra el muchacho que recibio una causa por "intimidación" e "incitación a cometer un delito" a partir de una broma) no nos sorprendería que pronto promueva un sistema de puntaje al mejor estilo China o la implantación de un chip con control satelital para "cuidarnos entre todos" o una aplicación de autodiagnóstico de Covid-19 donde recabar la información y localización de lxs habitantes. ¡AH, un momento! Eso ya lo hicieron, y tal es así que policías y gendarmes tienen en sus móviles acceso a esos datos para cuidarnos de la famosa infección pulmonar que podríamos contraer.

Algunxs no vemos meramente una situación pasajera, ni una inocente política de prevención sanitaria sino la implementación de un modelo de vida que también afectará las formas de resistir, obligando a inventar nuevas a aquellxs que busquen disentir la profundización de este cambio. No es nuestra intención desmerecer a quienes opten por el hacking y otras maneras de atacar y sabotear el sistema desde la pantalla, las cuales serán cada vez mas necesarias. Tampoco pretendemos ignorar que en este momento nos estamos sirviendo de estos medios para buscar nuevas alianzas o fomentar nuevas reflexiones, ni que nuestra comunicación también se ha vuelto dependiente de las antenas y servicios que sin duda incrementarán sus ganancias durante esta "crisis". Henos aquí abriendo un blog sumando metadatos a este supercomputador que es la comunicación humana en el 2020.
Pero no podemos aceptar que este sea el único territorio de disputa: Aisladxs, destinadxs a la comunicación virtual, desde el encierro promovido por el terror mediático nos preguntamos: ¿Cuáles serán esas otras posibilidades?

Pensamos que es fundamental, para emprender esta tarea: analizar y estudiar las modificaciones que se han ido dando en el contexto, las decisiones que toma el gobierno, lo que comunica la prensa, la opinión pública, la forma de circular, los nuevos hábitos que se generan, investigar en las propuestas que surjan desde colectivos y afines de otras latitudes, etc... Y buscar, indagar en los baches que el nuevo panorama nos ofrezca.
Es evidente un miedo generalizado, a la muerte, la muerte clínica, pero también al castigo por violar las restricciones impuestas y es claro quienes seran lxs mas afectadxs por la concreción de estos dos temores, la "crisis" económica se hace ineludible y hacia allí vamos, pero aun la mayoría junto a la prensa reza por quedarse en casa y esperar a que la ciencia nos traiga la vacuna.
Con las cosas así, nos encontramos ante un aprieto que imposibilita los modos habituales de intervención, con helicópteros que supervisan los movimientos, cámaras y sistema de reconocimiento, controles, ciudadanxs alistadxs para denunciar y un virus mortal en el aire, la situación nos pide imaginación y creatividad, lucidez para leer el terreno e ingenio para inventar lo que aún no fue hecho.

Incitamos a participar y promover esta reflexión y si bien abundan propuestas, manuales y textos surgidos del contexto pandémico dejamos aquí algunas ideas:

*Abstención digital
¿qué pasaría si el día de mañana no hubiera internet? ¿cómo podemos resistir a la construcción de antenas si dependemos de ellas para nuestra comunicación?
Podemos pensar en cómo coordinar o cómo comunicarnos sin necesidad de moviles y computadoras, tender a prácticas que prescindan de ellos, volver a las formas analógicas de relacionarnos en la medida de lo posible.
Desertar de las redes sociales, dejar de exponer nuestras ideologías y nuestra vida en general en lo que pareciera ser el principal espacio de socialización, también fomentar la migración a las alternativas que ofrezcan mayor privacidad.
Resistir al entretenimiento, la educación y el trabajo desde la pantalla. Claro que los tutoriales pueden enseñarnos muchas cosas desde la inmediatez de nuestro escritorio también es cierto que podemos acceder a la biblioteca más grande del mundo con un click, pero el acostumbrarse a esta facilidad nos priva de la potencia de encontrarnos a aprender o jugar con otrxs.

*Pensar nuestros autocuidados
Y justamente este es el punto, el aislamiento afecta numerosas situaciones en nuestra vida y ya lo estamos viendo en nosotrxs mismxs, la comodidad puertas adentro se vuelve cada vez más deseable. Con creatividad y astucia es posible burlar los controles para reunirse con otrxs a compartir y estudiar las posibilidades de acción ante un mundo que se impone sin discreción. Generar redes de apoyo económico, sanitario, afectivo, etc... construir nuestros propios acuerdos de cuidado, planificar el momento de enfermedad y preveer las maneras de actuar ante tal o cual situación.

*Trascender la pantalla
Buscar las formas de circular sin ser descubiertxs, siempre habrá un motivo para salir y de el nos serviremos para no abandonar los espacios "públicos", con cuidados para no fomentar el contagio y para no ser atrapadxs, podemos pensar en acciones "individuales" que prescindan de la sospechosa aglomeración de personas y acciones coordinadas donde se actúe de forma fragmentada, en nuestro contexto se hace difícil creer que acciones puedan contar con espontánea complicidad de lxs ciudadanxs pero parece oportuno golpear a los puntos que puedan tender más hacia la complicidad con lx ciudadanx común.

Generemos una existencia más alla de la red, no nos entreguemos al aislamiento y sus políticas de control!
Construyamos nuevas formas de lucha en las grietas del sistema!!
En la foto se ve una pared gris con una pintada en rojo que dice "decretamos estado de saqueo y caos" tambien se ven algunxs transeuntes.